Priscilla

Siempre entusiasma saber que Sofia Coppola tiene nueva película. Esta vez nos ofrece una historia asociada al rey del rock and roll pero desde la perspectiva de la joven Priscilla, que se enamora de Elvis Presley con solo 14 años.


El año pasado Baz Luhrmann estrenó su “Elvis”, una película que retrataba el ascenso y final del rey del rock and roll protagonizada por Austin Butler, quien incluso estuvo nominado al Oscar por su interpretación. En aquella, Priscilla quedaba relegada a un personaje menos que secundario, sin apenas desarrollo. Ahora, la directora Sofia Coppola se basa en las memorias de la mujer, “Elvis y yo”, que publicó ella en 1986, no solo para contar otra perspectiva de la historia, sino para poner en el centro al personaje femenino.

Priscilla Ann Wagner tenía solo 14 años cuando en una fiesta conoció a Elvis Presley, quien le llevaba diez años de diferencia y con quien empezó una relación amorosa. Si bien se conocieron en 1959, no se casaron hasta 1967 y menos de un año más tarde dio a luz a su hija Lisa Marie, recientemente fallecida. Aunque se divorciaron en 1972, en el imaginario sigue siendo una de las historias de amor más famosas de la historia.

Sofia Coppola, utilizando como base este libro de memorias, vuelve a contar una historia de crecimiento de una mujer. Por eso tomó como decisión enfocarse en su adolescencia, esa etapa de la niñez a la adultez que siempre trae mucha turbulencia, aquí intensificada por la fama, las drogas y las infidelidades que vienen acompañadas de la polémica relación. Gracias a la voz de la propia Priscilla desde las páginas de su libro fue posible profundizar en sus emociones y la psicología de la joven durante aquellos años, desde su estadía en una base militar alemana hasta su finca de ensueño en Graceland.

Una especie de oscuro cuento de hadas. La directora y guionista contó en varias oportunidades que no tenía la intención de mostrar a Elvis como un villano pero sí de ser honesta respecto a sus defectos, advirtiendo que la película podría no ser del agrado de sus fans o sus herederos, quienes le prohibieron utilizar su música original. Es así que la banda sonora cuenta con música de la banda Phoenix, que lidera su marido Thomas Mars, y algunos covers de la época, con canciones de The Ramones, Alice Coltrane y Ray Charles. También nos regala en ella una sorpresa cargada de nostalgia con Dolly Parton y una canción que tuvo un significado muy especial para la pareja de Priscilla y Elvis.

La elegida para el protagónico es Cailee Spaeny, que había tenido algunos papeles en películas como Vice, On the Basis of Sex y The Craft: Legacy y la serie Mare of Easttown. La actriz de 25 años se enfrenta a su primer protagónico y acaparó miradas desde las primeras imágenes del set, donde se podía apreciar la estética de los 60s y aquel glamour que caracterizó a Priscilla, sin necesidad de recaer en un maquillaje recargado que solo busque modificar rasgos para hacerla parecida, vicio de tantas biopics, subgénero del cual Coppola intenta escaparse. Lo mismo sucede con Jacob Elordi, actor australiano que se hizo famoso por su personaje en la serie Euphoria, que da vida al músico y que solo tiene un año más que la actriz en la vida real. Se puede apreciar que sus interpretaciones no caen en imitaciones, sino que buscan la esencia de sus respectivos personajes. El cuidado trabajo de vestuario nos transporta a la época de manera directa.

Con tono intimista y desde una mirada femenina, Coppola no busca demonizar a la relación como una tóxica sino retratar el enamoramiento y la fascinación que se puede generar en una joven durante su despertar, con todos los matices; la Priscilla original insistió siempre en que se trató de una historia de amor puro. Esto con el estilo que ya caracteriza al cine de su directora, cargado de sensibilidad desde el sonido y las imágenes, creando un ambiente de ensueño entre tonos pasteles y sombríos. Como ya hizo en otras ocasiones, no deja de ser la historia de una joven que pasa gran parte de su tiempo confinada (Las vírgenes suicidas, María Antonieta, Somewhere, The Beguiled), en este caso en su mansión de Graceland. El director de fotografía Philippe Le Sourd colabora por tercera vez con Coppola, ahora filmando en digital en lugar de analógico como en sus trabajos anteriores, a causa de razones presupuestarias.

Priscilla es una película que atrajo polémicas, tuvo varios problemas de financiación y se filmó en Toronto con un presupuesto acotado que incluso la obligó a cortar escenas. Y sin embargo ya se paseó exitosa por festivales internacionales y se perfila como una de las favoritas para tener en cuenta en la próxima temporada de premios. Pero además para seguidores de una directora que siempre supo captar el mundo femenino con un estilo único y personal.

La película llega a salas argentinas el 28 de diciembre y más adelante estará disponible en la plataforma MUBI.