Durante el aislamiento la diseñadora Emilia Velasco junto a Luján Signoris generó un proceso textil específico para la colección Corazón coraza. Utilizó un algodón natural de base, un textil plano realizado por la cooperativa Inimbo (Resistencia, Chaco) y luego fue incorporando plásticos recuperados por termofusión. Los resultados de esta exploración material se proyectaron en una nueva serie de pilotos. Esta intervención se utilizó en parte externa de las las prendas, mientras que el interior, se mantuvo el textil en estado virgen. Así se genera un efecto visual atractivo y se mantiene un roce agradable con la piel de quién la lleva. El acabado final es precisamente impermeable.
Los pilotos se realizan por encargo previo.