Esperando a Lucrecia Martel

Tras casi diez años, Lucrecia Martel tiene película nueva y ya está lista para pasearse con ella bajo el brazo a través de los festivales de cine. Su primera adaptación a la pantalla grande (siempre escribió guiones de ideas propias), “Zama”, basada en la novela de Antonio di Benedetto, empieza su recorrido en el próximo Festival de Venecia (donde lamentablemente no pudo entrar en una competencia de la que sólo una mujer participa, Vivian Qu por “Angels Wear White”) y ya tiene paso confirmado por los Festivales de Toronto y Nueva York. En algún momento se estrenará acá también pero… por ahora no hay fechas a la vista.


La salteña, directora de “La ciénaga”, “La niña santa” y “La mujer sin cabeza”, había empezado a trabajar en la adaptación de la novela gráfica “El eternauta”, pero cuando ese proyecto se cayó tuvo que buscar cómo seguir y, para no dejar el trayecto ambicioso, se embarcó en la adaptación de “Zama”. Una novela sobre la espera, ni más ni menos.

“Ahí estábamos, por irnos y no”. Ese interludio, ese espacio y tiempo muerto que narra de manera tan bella y atrapante Di Benedetto es lo que retratará la directora en su nueva película. “El hogar estaba atrás; el traslado, adelante pero muy a distancia. Debía tener un futuro más próximo, asible, inmediato, algo que se me sometiera a mí pronto e incesantemente”.

Desde el primer adelanto se puede apreciar a una Martel más ambiciosa pero que, más allá de la recreación de época y un personaje masculino como central, sigue enfocada en el estilo que caracteriza a su cine: intimista, evocador, profundo. Sus películas se destacan por exponer sólo unos fragmentos para que sea el espectador el que vaya rellenando con sus sentidos e interpretaciones. Minimalista a nivel narrativo, es así que muchas veces el conflicto suele ser un detalle, una excusa para la construcción de esos climas que la caracterizan. En el medio pululan diálogos provocativos e incómodos a veces, algo de misterio y cierto amoralismo junto a ricos personajes femeninos. “Zama” pretende demostrar lo que dijo la propia Martel cuando se presentó en la pasada Feria del Libro, que “los personajes son como monstruos y en la monstruosidad, no hay género”.

El actor mexicano Daniel Giménez Cacho es quien se pone en la piel de este funcionario de la corona española que espera en Paraguay ser trasladado a Buenos Aires. Lola Dueñas, Matheus Nacthergaele, Juan Minujín y Rafael Spregelburd son algunos de los actores que terminan de complementar el elenco.

“Entonces, ¿por qué hacer una película de Zama? Porque pocas veces en la vida se puede emprender una excursión irreversible y exquisita entre sonidos e imágenes a un territorio decididamente nuevo”, escribió la propia Martel en una columna para el Diario El País de España.

Y así, ahora somos nosotros las víctimas de la espera a las que Di Benedetto le dedica su novela. Esperamos a “Zama”,  ver qué nos trae de nuevo la directora, cómo sintió y se conectó con la novela y cómo la traspasó a ese lenguaje hermoso que es el cine.