Por primera vez en la Argentina, se realizó DAE (Diseño Argentino Exponencial), un programa de formación intensivo de la Fundación Bunge y Born y British Council que tiene como fin potenciar habilidades de empresas y emprendedores nacionales. Fue dirigido y curado por Florencia Lovera y Wustavo Quiroga desde Argentina y contó con la participación de la SteamHouse (aceleradora de la Universidad de Birmingham) para la programación de contenidos con especialistas de Reino Unido. Mediante una convocatoria pública y federal, las empresas seleccionadas para participar de esta primera edición – entre un centenar de proyectos – fueron Casa Capital, Mantara, Lola y Chango, Espina Corona, Bambuniverso, Blackñandú, Hifas biocreaciones, Mansha, ADN Sustentable, Claudia Santanera, Dacal, Velasco, Mutan, SADaels y Oda Biovajilla. “Buscamos que estos proyectos sean escalables; que puedan exportar, generar más empleo, más impacto y que sean una bandera de la Argentina en el resto del mundo”, sostuvo Iván Petrella, director del área cultural en Fundación Bunge y Born.
Luego de seis meses de intercambio, que incluyeron clases magistrales, mentorías y asistencia individual, los y las responsables de los proyectos presentaron los resultados en formato pitch frente a un jurado de especialistas conformado por Alejandra Luzardo, Laura Novik, Andrea Saltzman, Hernán Braverman, María Cherñajovsky, Dante Choi, Sebastián Laino, y ante la presencia de empresarios, referentes institucionales y prensa especializada, en busca del otorgamiento de hasta tres fondos de Capital Semilla. La inversión estuvo destinada al fortalecimiento del impacto positivo a nivel social y ambiental como la implementación de nuevas tecnologías.
Los proyectos ganadores fueron ODA Biovajilla, Somos Dacal y Proyectos Caranday / Nunsacat. Además se entregaron menciones debido a la alta calidad, y a pedido del jurado, a Lola y Chango por integración de infancias y adultos mayores; Mutan por economía circular; y Bambuniverso por desarrollo de nuevas materialidades.
A continuación, repasamos la propuesta de las firmas del área moda y textil que participaron de la primera edición del programa.
Proyecto integral abocado a la recuperación y transformación de prendas como textiles en desuso. Se dedican a desarrollar series de ropa sustentable y a enseñar a diseñar a partir del reciclaje. “No damos puntada sin hilo porque medimos el impacto ambiental de lo que hacemos. Sacamos los trapitos al sol compartiendo nuestras técnicas en talleres y seminarios. Hay mucha tela para cortar, por eso nos dedicamos a reincorporar dead stock al mercado agregándole valor. Ponemos en tela de juicio la ética de la industria y diseñamos para todos los cuerpos y géneros”, sostuvo Florencia Dacal, diseñadora y fundadora de la marca, en su presentación.
Etiqueta creada por la diseñadora chaqueña Emilia Velasco que propone un vestir sostenible realizado con materias primas locales y las técnicas del crochet, macramé y anudados. “Soy quinta generación de mujeres guaraní. Crecí en este ambiente matriarcal y heredé de ellas la vocación, la fuerza y la tenacidad. En el 2011, creé mi marca a través de la cual diseño productos atemporales rescatando las raíces de los saberes ancestrales heredados a través de generaciones y revalorizando lo hecho a mano. Bajo el concepto de cero desperdicio, recuperamos nuestros propios descartes dándole posibilidades a nuevos productos. Nuestro principal proveedor es la cooperativa Inimbo, que fue recuperada por sus propios operarios, quienes desarrollan tejidos de algodón natural. Tuve el honor de ser la primera diseñadora en trabajar con ellos”, sostuvo.
Firma de accesorios realizados con aluminio recuperado de obras arquitectónicas y cuero vacuno de curtido vegetal. “Rescatamos los oficios tradicionales y los combinamos con nuevas técnicas y herramientas. Aprovechamos nuestros propios descartes creando pequeños accesorios. Nuestros productos son versátiles, atemporales y sin género. Nuestra inspiración viene de grandes de la arquitectura moderna, de iconos de nuestra cultura argentina y de la búsqueda de conexión con nuestra esencia. Nuestra comunidad de usuarios está formada por agentes de cambio que abrazan nuestros valores”, definió Catalina Guzman, diseñadora industrial y fundadora de la marca, en su pitch.
Es un proyecto de alfombras artesanales llevado adelante por la diseñadora Carolina Pavetto. En su presentación sostuvo: “Funcionamos como una red entre productores ovinos, transportistas, artesanos y clientes. Logramos que las artesanas se provean de la lana de oveja para que puedan realizar sus piezas artesanales y transmitir sus saberes de generación en generación ¿Cómo impactamos? Ambientalmente lo hacemos utilizando los tintes de la naturaleza. Además, convertimos 18 toneladas de lana destinadas a ser quemadas en alfombras. Nuestro packaging está hecho de desechos textiles. Forman parte del proyecto 120 artesanas, 15 productores ovinos y 3 transportistas”.
