Serie de entrevistas con referentes de la industria local realizada en colaboración con Espacio Buenos Aires.
Desde 2013 JT propone una idea del vestir contemporáneo: una cuidada selección de materiales, gestos creativos y sentido del humor. Es una etiqueta nacional de destacada calidad para personas de diferentes edades. Hay búsqueda, experimentación, diseño. Un diálogo fructífero con Pato y Paula Bayá. El estilo, la planificación y el disfrute.
¿Cuáles son sus primeros recuerdos vinculados al textil, a las prendas, a la moda?
Paula Neira Bayá: Me llaman la atención desde que tengo uso de razón. Mi abuela me hacía vestidos que ella misma bordaba. Yo fascinada con las telas, los colores, los bordados…
Pato Bayá: Siempre me divirtió esa situación de cómo iba a enfrentar el día y qué me voy a poner. Yo creo que la moda es un poco eso, cómo empiezo a hablar de mí desde lo que me pongo.
Como una idea lúdica, de disfrute, de decir qué me voy a poner hoy con todas las sensaciones, las ideas, las ganas que uno tenga cada día que se levanta ¿no?
PB: Sí. Dándole la importancia que yo creo que tiene esa situación: cómo te leen los demás a partir de lo que uno se pone.
Hay ganas desde el principio, hay una idea de disfrute, hay una idea de lenguaje también.
PB: El diseño además siempre me llamó la atención, estudié arquitectura. Siempre me tiró el diseño, digamos, en todas sus formas, en todos su usos, en todas sus maneras.
¿Cómo fue el proceso de transformar un gusto personal en un proyecto profesional?
PB: Tratamos de trasladar un poco todo esto a la identidad de JT, ese sentimiento que tenemos por el vestir, por la prenda, por la forma, por el color, por la tela. Intentamos que nuestra visión se refleje lo más posible en lo que hacemos.
PNB: Como que los dos venimos con nuestra impronta, con nuestras vivencias y tratamos de imprimir esa identidad en la marca. Y nuestra función como cofundadores y directores creativos de la marca es todo el tiempo guiarla según esos sentimientos respecto de la moda que tenemos Pato y yo. La verdad que me divierte, uno siempre juega con recuerdos, con impresiones, con sentimientos. Cuando a la hora de ver los diseños de nuestro equipo de diseño, a la hora de charlar con ellos o sentarnos a pensar una colección, sentarnos a pensar en recursos, uno remite todo el tiempo a aquellas vivencias de moda que vivió toda la vida. Cuando a uno le gusta la moda, es así, lo lleva con uno todo el tiempo.
Es como algo innato, como que no lo racionalizas.
PB: Hasta intentamos racionalizar lo menos posible digamos. De verdad quisimos crear una marca que sea lo más intuitiva posible y que responda a nuestra manera de encarar la moda. Porque hay infinitas, eso es lo que yo creo. Nosotros estamos convencidos que la moda no la hacen las prendas, la moda la hace la gente que usa las prendas. JT inició sin tener una línea o un género específico pero sí nació como una marca más específica de mujer. Ahora JT está entrando un poquito más concretamente a ofrecer una alternativa más para hombre. Pero esto nace también de yo haber jugado también mucho con, por ejemplo, piezas que se piensan en un talle y yo uso el talle más grande para mujer y queda totalmente distinto a como se pensó esa prenda. Bueno, eso ya empieza a tirar como data, como información, como punto de partida.
¿Cómo es llevar hoy adelante en la Argentina un proyecto de indumentaria tan pensado sobre el diseño y la calidad del mismo?
PNB: Para nosotros JT es un proyecto muy querido y la verdad es que creo que lo podemos llevar adelante con el cariño con que lo llevamos porque lo soñamos mucho. Porque la verdad es que cuesta en Argentina llevar adelante un proyecto así. Nosotros nos reconocemos como marca de nicho. La calidad es un desafío constante, la tela es un tema de todos los días, encontrarla. La verdad que a veces es difícil, pero con ingenio, con ganas, con mucha pasión y con un equipo maravilloso como el que tenemos de diseñadores, de muestristas, de los que hacen producción. O sea, tenemos un equipo que nos acompaña a cada paso. Y la verdad es que eso es fundamental a la hora de aguantar y seguir adelante y de encontrar ideas y soluciones creativas, que es, en definitiva, lo que necesitamos, ¿no?
PB: Sí, comparto. Respecto a la calidad es muy importante hacer prendas que sean durables, duraderas. La calidad ahí tiene mucho que ver con el textil, con la confección, que no sean prendas que duren una temporada. Por eso también ä nosotros nos resulta interesante no trabajar tanto con la tendencia sino seguir un poco nuestro instinto. Yo hoy sigo usando piezas de JT desde 2013, 2014, 2015, y las combinas con piezas que tenemos hoy y la prenda queda perfecta. O sea, no perdió un solo grado de modernidad, de actualidad. Eso creo que también hace un poco al respeto que nosotros tenemos por nuestro cliente. Tratamos de ofrecer un producto que nuestro cliente ame usarlo, que la prenda que se ponga de JT lo haga realmente sentirse distinto o verse diferente y que la pueda usar siempre. Esas creo que son instancias claves en un emprendimiento de moda que uno quiere que dure para siempre. Porque nosotros iniciamos este emprendimiento con la idea de que esto dure para siempre. Más allá de que muchas veces la construcción de la identidad que nos propusimos tener o que queremos tener, te aleja un poco del resultado cortoplacista, ¿no? Y que bueno, que ponga en riesgo su sustentabilidad, más allá de la plata para que esto siga girando. Tratamos de que eso no nos mande en nuestro barco.
Encontrar un equilibrio y pensar a largo plazo. Una confianza al estilo propio, a la propuesta.
PB: Muy consecuente, profundizar y profundizar y seguir intentando en lo que uno cree, qué es lo que lo que tiene ganas de hacer. Porque en definitiva lo que a uno le va a traer satisfacción es hacer lo que uno tiene ganas de hacer. Crear una identidad es la base. Creo enormemente en el vínculo afectivo con el cliente, creo que pasa por ahí.
¿Cómo es su dinámica de equipo?
PNB: En nuestra tienda principal tenemos como una especie de división transparente entre el local o parte comercial y el taller de diseño, que tenemos la suerte de tener. Nosotros trabajamos de la siguiente manera, diseñamos con un equipo y también tenemos a nuestros muestristas. Los queremos tanto, tantos años que están con nosotros. A veces Dorita nos ayuda un poco: tenemos a Lila que hace las progresiones de los moldes. Y esa es una maquinita de diseño que todos los días funciona. Nosotros tenemos un objetivo por semana, diseños a alcanzar y este equipo los desarrolla con auditoría, con nuestra mirada. Después tenemos un equipo de producción pequeño que tiene que ver con el corte, la tela, la plancha, el proceso de calidad, el proceso productivo. Todo eso lo hacemos y lo desarrollamos dentro de JT. Y lo aprendimos nosotros de la nada… bueno de la nada no, aprendimos mucho de nuestra primera socia que fue Jessica Trosman. Nosotros venimos de la industria farmacéutica y no sabíamos nada del tema: lo aprendimos haciéndolo. Y yo creo que una de las lecciones más importantes que aprendimos, es esta, que el equipo es clave, fundamental el equipo que te acompaña todos los días. Yo valoro enormemente el equipo que nos acompaña todos los días porque creo que sin ellos no lograríamos los objetivos que logramos hasta ahora.
PB: Ni hablar del equipo que nos ayuda también a vincularnos: nuestras vendedoras, todos los que trabajamos en la comunicación, un aspecto fundamental. Cuando tenés un producto, un servicio, entender cómo comunicarlo, qué querés decir, de qué forma lo querés decir. Todas las decisiones que tomas construyen identidad.
Ustedes además trabajan con cierta horizontalidad. No son compartimientos cerrados.
PNB: Somos un conventillo. Nos interesa mucho la alimentación entre áreas, entendemos que es clave la conexión, En nuestra práctica, en nuestra experiencia, nos está dando la razón. Estamos muy contentos de trabajar de esta forma. Nos los propusimos desde el principio. Esto fue un punto que no fue casual, fue buscado desde el proyecto arquitectónico. Nosotros anduvimos por el mundo corporativo donde ya sabemos que están las oficinas a ciegas, las oficinas cerradas, los rumores…. No queríamos nada de eso. Pensá que es un proyecto que encaramos desde nuestra madurez, donde ya hemos atravesado otras experiencias, entonces también aprendimos lo que no queremos hacer. También responde un poco a eso, qué queremos y qué no queremos hacer.
Transmiten la idea de planificar.
PB: Creo que la planificación es clave, cada vez que uno piensa hacer algo: por dónde empiezo, a dónde quiero llegar, para qué, en el medio saber si estás yendo en el camino que te va a acercar a donde querías llegar y darte cuenta lo más rápido posible si ese camino está equivocado y tenés que corregir sobre la marcha. Es clave la planificación como también romperla.
Ya podés ver la entrevista completa y agendar el próximo encuentro del ciclo el jueves 28/10 a las 19h con Luz Ballestero a través de la cuenta oficial de Instagram de Espacio Buenos Aires.