Adónde ir, qué ver, a quién escuchar. Toda la data porteña que estabas buscando, una playlist y un look excepcional por Christine-Marie Andrieu.
Un DJ: DJ Traviesa
Jamás olvidaré la primera vez que escuche a la Traviesa. Fue un jueves del verano del 2011 o 2012 en Dengue Dancing, la fiesta que se realiza en Club Gong (Av Córdoba 634). El espacio es único y pintoresco: conserva la estética de las tradicionales boîtes de los años 70, el pleno auge del disco. Cuestión que yo había salido por primera vez con algunas personas que luego pasaron a estar entre mis mejores amigos. Estábamos bailando cuando de golpe hubo cambio de DJs y empezó a sonar “I have nothing” de Whitney Houston, del soundtrack de la película El Guardaespaldas (1992). Me estremecí. Sentí vértigo. Implosioné. Yo crecí en Estados Unidos y esa banda de sonido fue uno de mis primeros cassettes. Sonaba en el auto de mi mamá casi todos los días mientras me llevaba o buscaba de la escuela. Amaba a Whitney a tal punto que cuando tuve un hámster le puse Whitney Houston. No recordaba la última vez que había escuchado esa canción, pero había sido hace muchísimo. Ciertamente el tema estaba almacenado en mi cerebro. Pero bien atrás, bien lejos, en un rincón que no visitaba hace mucho. No fui la única que se emocionó. Recuerdo a muchos en la pista haberse llevado las manos al corazón, cerrado los ojos y puesto cara de “NO LO PUEDO CREER”. O tal vez fui yo. Es probable que también haya largado un alarido. Y había conocido a DJ Traviesa.
Desde entonces, escuché a Traviesa en muchos lugares y contextos diferentes. En bares, en cumpleaños privados donde caí sola tipo 3am cuando quedaban 5 personas (me descolocó escucharlo pasar “Ojos de Videotape” de Charly García…yo pensé que sólo pasaba música bailable), en baratas de arte, durante tardes veraniegas en parques donde recibía a sus invitados con elementos de la caja navideña (nosotros ligamos Vizzio). En fiestas en salas de conferencia de hoteles sobre Av Corrientes. En tanga y tacos en tradicionales boliches gay. En mi casa, porque afortunadamente muchos de sus sets están online. Y en su casa, porque ahí me recibió cuando quise conversar luego de escuchar que en junio Traviesa dejaría de tocar.
La fecha clave: el viernes es cumpleaños y despedida de DJ Traviesa en Club Gong.
Extra: al final de esta nota encontrá la entrevista.
Un artista: Hernan Salvo
El arte de Hernán Salvo me vuela la cabeza, por eso voy a sus muestras siempre que puedo. Por eso no dudé en ir a la inauguración de “Ilusión Sostenida” en Fundación OSDE (Suipacha 658). Volviendo al tema “arte”, me cuesta conectar con los cuadros, pinturas. Con las fotos, depende. Para impresionarme, las obras tienen que ser o tener algo súper original. Y las de Hernán lo tienen. La primera vez que fui a una de sus muestras, invitada por una amiga, no tenía idea con qué me iba a encontrar. Fui como quien ve una película sin saber de qué trata (es otra cosa que hago). Y me llevé una gratísima sorpresa. Es que las obras de Hernán son eso, una sorpresa. No sabés con qué te vas a encontrar. De afuera parecen una cosa y por dentro son otra. O en realidad son ambas cosas, lo de afuera y lo de adentro, pero totalmente diferentes entre sí. Por fuera son objetos sencillos, adentro se esconde un mundo infinitamente detallado. El detalle tan minucioso y la infinitud del mismo me asombran. Y en cuanto a la infinitud, muchos tienen un punto de fuga que me atrae como un imán. También percibo algo mágico en los mundos que se esconden dentro de las obras. Algo mágico, algo fantasioso, también solitario, bello e intacto. En el caso de “Ilusión Sostenida”, uno de esos mundos refleja y replica al exterior: una de las salas de Fundación OSDE, que, dicho sea de paso, se encuentra en un hermosísimo edificio en el centro de la ciudad. Otro motivo para ir.
Toda la data: del 18 de mayo al 22 de julio en el Espacio de Arte de la Fundación OSDE con entrada libre y
gratuita de lunes a sábado de 12 a 20. Los domingos y feriados cerrado está cerrado.
Un recital: Pete Doherty and the Puta Madres en el Teatro Vorterix
El show fue un quilombo. Súper desprolijo. Sin embargo lo sentí como uno de los conciertos más “rock” que he visto. Tal vez no tocaron bien, tal vez no sonaron bien, pero a mí no me importó, y me di cuenta que a lo mejor no son requisitos para que un recital sea bueno. La música es importante, por supuesto. Sin embargo hay grupos que salieron de gira apenas sabiendo tocar (The Slits) o donde uno de los guitarristas a veces “tocaba” sin conexión al amplificador (Manic Street Preachers), o donde la función de uno de los integrantes era saltar y bailar empastillado más que sacudir una pandereta (The Happy Mondays).
La banda tiene estilo y química. El otro guitarrista, Jack Jones, es súper fachero. Las chicas tienen onda. Miki Beavis, la violinista, de rasgos orientales, llevaba un vestido negro con trim blanco medio Merlina Adams, y una vincha. La tecladista (Katia DeVidas) la novia de Pete, vestía una especie de enagua blanca.
Pete está mucho más flaco que en su última visita, y de repente se llenó de canas. Ambas cosas le quedan muy bien. Es sabido que el británico y ex novio de Kate Moss tiene una larga historia de abuso de sustancias. Ahora en teoría está rehabilitado, y tal vez no esté consumiendo drogas. Pero definitivamente no estaba sobrio. Es probable que haya bebido antes de salir a escena y luego se lo vio continuar ahí. Su ebriedad fue aumentando y en la segunda mitad del recital ya estaba en cualquiera. Tambaleaba, en un momento se puso a tocar la batería, en otro momento se acostó en el escenario hasta que se acercaron un plomo y el guitarrista a decirle algo. Me pregunté si realmente estaba tan para atrás que necesitó acostarse un ratito o si era parte del show, algo que hacía para estar a la altura de su imagen de mamarracho. Aparentemente mucho de lo que hizo en el Vorterix son cosas que suele hacer en vivo, por ejemplo lanzar cosas al público. Acá lanzó, como quien no quiere la cosa, un stand de micrófono, medio extremo dado que podría haber lastimado a alguien. Lo mismo cuando tiró su guitarra: la gente empezó a pelearse por ella. Alguien del teatro o del equipo de la banda logró rescatarla y devolvérsela a Pete, quien acto seguido la volvió a lanzar. Sus acciones lo tenían sin cuidado.
Los varones parecían bastante ebrios, pero toda la banda revoloteaba alrededor del escenario. No necesariamente bailando ni saltando sino paseándose, jugando entre sí. De vez en cuando salía algún plomo a ayudar a afinar o cambiar un instrumento, a levantar algo que se caía. Daba la sensación que eran preceptores de un jardín de infantes.
El set incluyó canciones de Libertines, de Babyshambles, algunas de Puta Madres y un par de covers (Oasis, Velvet Underground). Luego del bis, cuando las cortinas ya se habían cerrado, Pete volvió a abrirlas desafiante y la banda comenzó a tocar de nuevo. Realmente daba la sensación de que no les importaba absolutamente nada, y si bien el rock no es sinónimo de rebeldía ni desconsideración, me pareció una actitud muy rockera. Muchos fans sostienen que Puta Madres es la peor de las bandas de Doherty, pero yo no había visto ninguna y salí satisfecha.
Un lugar: La Tangente
Estaba un poco cansada de ver bandas e ir a fiestas en los lugares de siempre. Ojo, no conozco todos los lugares “típicos” y algunos me gustan. Pero desde que fui a La Tangente por primera vez en marzo (un mes luego de su apertura), me di cuenta que era distinto. Lo que más me impactó fue el diseño del lugar, especialmente los techos altos y las paredes cubiertos de lucecitas. Es como estar dentro de una computadora, o como si las paredes fueran pedazos de cielo estrellado. También recordé la obra de Yayoi Kusama (podés leer más sobre la artista en Artsy acá). Yo nunca había visto algo parecido, al menos no en la categoría “lugar para ver bandas” y/ o “local bailable”. La cómoda capacidad de 150 personas también la distingue. Y suena genial. Allí han tocado artistas nacionales e internacionales del rock, pop, funk, electrónica, jazz, tango, folk, reggae y bossa tales como Daniel Melero, Coiffeur, Entre Ríos, La Prohibida (una de las drag queen popstars más famosas de España. Las entradas se agotaron en seguida) y desde Inglaterra, el legendario Don Letts con su DJ set. El primer show que vi ahí fue el de Mompox, una de mis bandas preferidas del indie local. Además desde mediados de marzo hasta junio, todos los sábados fue sede del exitoso stand up Persona (Malena Pichot, Charo López, Vanesa Strauch y Ana Carolina), que alcanzó a llenar salas y tener doble función. Lamento habérmelo perdido, si vuelve no pienso faltar. También se puede comer aunque todavía no probé la cocina, doy fe de que los tragos son riquísimos. Recomiendo el Gin Pedro Tonic, que según la carta tiene jengibre y lima, pero para mí que tiene otra cosa, porque es demasiado rico.
Bonus: está al ladito de Congo, uno de mis bares favoritos, donde también se puede tomar ricos tragos y escuchar buena música, a modo de previa.
Un look
Mis amigos los Desperfectos Tecnicos pasaban música en un evento organizado por Chicas Barmaid. La temática era Twin Peaks, serie de David Lynch que este año volvió a salir al aire, continuando la historia que había dejado inconclusa en 1992. Todavía no vi lo nuevo pero pienso hacerlo. Ya no soy mucho de las series pero esta es una de mis preferidas, de hecho medio que siento que quienes la vieron conocen/ entienden más que las que no. Esto me pasa con varias cosas. Cuestión que la historia transcurre en un pueblo rodeado de bosques en el noroeste de Estados Unidos, casi en el límite con Canadá. La serie es flashera en todo sentido, y a mi criterio los looks de la gente no se quedan atrás porque ahora, más de 20 años después, son todos muy retro. Uno de mis personajes preferidos (¡son tantos!) se llama Margaret alias The Log Lady. Es una mujer seria que se viste medio como una bibliotecaria. Para muchos está medio chiflada (aunque yo no la llamaría la loca del pueblo: a muchos le faltan un par de jugadores). Ella anda por todos lados con un tronco de árbol el cual le comunica información (¿desde el más allá?) que ella luego transmite en voz alta.
Como siempre, hice lo que pude con lo que tenía en el placard. Un suéter verde de Chocolate que tiene más de una década (la ropa me dura) y para mí tiene una onda navideña. Una pollera de lana con tablas que era de mi mamá (mucha de mi ropa era de mi mamá). Tuve que mirar la etiqueta, decía Sisley hecho en Italia. Medias negras de Nylon y Doc Martens (aunque no parezcan) marrones con hebilla y forradas de corderito, muy invernales. Me parecio que podria ser el outfit de alguien que vive en una casita en un bosque. Para completar el look, unos anteojos que eran de mi papá y un collar de perlas. No sé si ella se hubiera puesto un collar de perlas, la verdad, pero me pareció que hacía falta algo en el cuello, algo sobrio y sencillo, y fue lo mejor que se me ocurrió.
Una playlist
Agenda *quisiera poder ir a todos estos eventos. Me gustaría que mis bandas y DJs favoritos se pusieran de acuerdo para no hacer los recitales y fiestas los mismos días*
Miércoles 14
Pase y cierre la puerta! CAP 6 en Milion.
Díptico en Galería Ruth Benzacar.
Jueves 15
WESTE presenta su nuevo disco en Teatro Sony .
Viernes 16
Cumpleaños y despedida de DJ Traviesa en Club Gong.
Los Animales Superforros en La Tangente.
Cerebro Magnetico en Galería Río de Janeiro .
Sábado 17
Un País Inventado de Juan Goicochea en Convoi.
Witches XXXI en Vox.
Viernes 23
Sombrero presenta Sombrero II en el Konex.
Sabado 24
Les Mentettes en La Tangente.
Viernes 30
Lucas Martí presenta Las sombras que evadimos en La Tangente.
Entrevista: DJ TRAVIESA
…quién próximamente será El artista antes conocido como Traviesa.
Aunque esté recibiendo pocas visitas, me espera en su nueva casa un domingo a la noche con té de jengibre, naranja, ceylan y miel más budín, chocolate amargo, nueces. Desde marzo vive en un último piso en Almagro y está en plenas refacciones. Él mismo se encargó de pintar el departamento, pulir y plastificar el piso, etc. Y los trabajos siguen. Una bola de disco cuelga del techo. Podés apagar la luz y hacer que gire, tirando destellos plateados por todo el ambiente. En un momento alcanzaban la pared del pulmón del edificio. Luego de un tour y de contarme qué más le va a hacer, nos sentamos en una de las dos mesas (ambas encontradas y restauradas por él) a charlar con música suave de fondo: un compilado de Serge Gainsbourg con voces femeninas.
¿Por qué dejás de tocar?
No dejo de tocar. Dejo de tocar como Traviesa y me tomo unas vacaciones de ser DJ. Voy a hacer fiestas en el parque este verano pero sin tocar. Voy a seguir pasando música en fiestas en casas de amigos quiero mantener eso, es como más libre. Más adelante volveré a tocar pero con otro nombre o con mi nombre. O capaz no, no sé. Pero Traviesa cumplió un ciclo. Fui diseñador gráfico 10 años, ahora trabajo en la industria de los videojuegos y cuando sean 10 años, ya. Fui DJ Traviesa 10 años y ahora seré otra cosa durante otros diez. Es mi plan para poder hacer todas las cosas que quiero.
¿Qué más querés ser y hacer?
Carpintero. También quiero seguir estudiando idiomas y ser profesor de idiomas, francés e italiano principalmente. Pero no es que dejás de ser una cosa para hacer otra: todo se entrecruza. Yo ya no trabajo de diseñador gráfico pero si hay que hacer el flyer para un evento lo hago. Si un amigo festeja su cumple, voy a pasar música aunque ya no esté en el boliche.
¿Sentís que el nombre Traviesa te ata algo? ¿Por eso decidís terminar?
A lo largo de 10 años pasando música, uno cambia mucho. Va buscando estilos y canciones, hace descubrimientos. Creo que el concepto de Traviesa quedó superado por la misma evolución del proyecto. Escucho sets de hace muchos años y son muy diferentes a lo que paso ahora.
¿Qué géneros o estilos ponés?
Siempre fue versátil. Además de mis ganas influyen el horario y el lugar de la fiesta. En ciertos lados sé que van a entender algunas cosas más que en otros. A veces vas con una idea pero no coincidís con los que fueron a bailar y no se produce el amor. Hay que saber leer a la gente y al contexto.
¿Qué pasa si no se produce el amor? ¿Cómo sabés si es porque estás haciendo un set malo o la gente no tiene onda?
Te podés encontrar con una pista, como dice mi amigo Hoco Huoc, desafiante. Él tiene una carpeta que se llama “Cumpleaños Desafiante”. Ahí hay canciones que bueno, si no bailan eso, ¡directamente no les gusta la música! Si ponés Michael Jackson y la gente no baila, no tiene onda. Pero es raro que pase. En esos casos, ya está. Seguís pasando música para vos porque los demás no cazan una.
Además de Michael, ¿cuáles son algunos de tus ases bajo la manga?
Hay un montón. Otro es poner música que la gente escuchó y se olvidó que existe. Sacar un tema del archivo de la memoria emocional de todos, algo que capaz estaba enterradísimo.
La primera vez que te escuché fue con “I have nothing” de Whitney Houston en Dengue Dancing. Creo que no la escuchaba desde la infancia. Casi muero. ¿Esto es uno de los recursos de los que hablabas?
Claro, tenía esa permisividad. Porque no es que recién abría el boliche. ¡Eran las tres de la mañana Puse esa canción y se cortó todo!
Dejaste a todos boquiabiertos.
Mudos. La gente todavía habla de esas cosas. Esa noche hubo griterío.
Bonus: ¿a qué DJS morís por volver a ver?
*Dintun