Un restaurant por Chrissie: Saigón

Una amiga me quiso invitar a un restaurant vietnamita por mi cumpleaños. Eligió uno que le habían recomendado en San Telmo: Saigón. Fuimos un martes temprano, tipo 20.30. Apenas llegamos, mi primer pensamiento fue que el lugar tenía un aire a típico bodegón porteño pero con decoración asiática. Estaba iluminado, lleno de gente, bullicioso. La cocina estaba a la vista, y rodeada por una barra. Ahí estaban sentados un conocido de mi amiga y una conocida mía. No se podía reservar y no parecía haber ninguna mesa libre. Evidentemente el lugar está de moda.

Me gusta probar cosas nuevas. No sé si alguna vez había probado comida vietnamita. Posiblemente cuando era chica y vivía en EEUU lo haya hecho. Cuando con mi familia vinimos a vivir a Argentina, me impresionó la poca variedad de comida étnica que había. Pienso que esto era consecuencia directa de la poca diversidad cultural. Ahora la situación ha cambiado y en Buenos Aires se puede conseguir comida de muchas regiones y países.

Saigón es principalmente self service: vas a la caja y pedís. Ahora hay restoranes donde entregan una especie de bíper que suena cuando está tu pedido pero acá es a la antigua: te dan un numerito y cuando escuchas que lo llaman, vas a la barra a retirar tu plato. Yo pregunté en la caja cuál era la sopa (pho) más picante y pedí esa. Era un día frío, ideal para algo caliente.

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Fotografía de Saigón Noodle Bar

No soy muy fan de sentarme en las barras. Por suerte vimos que había un par de lugares desocupados en una mesa al lado de una pareja de chicas. Así que con mi amiga nos sentamos ahí. En medio de la mesa había una variedad de salsas picantes y condimentos. Me puse muy contenta porque la sopa que había pedido era picante en serio. Sin embargo, no dudé en agregarle un poco más de estos condimentos que estaban al alcance. Las sopas venían con un plato aparte que contenían brotes de soja y algunas hojitas para agregar a gusto.

Para mí, cualquier cosa picante es ideal para combinar con cerveza bien helada. Acá podés pedir tragos, pintas o medias pintas de cerveza. Nosotras optamos por la birra. Yo elegí la honey. La sopa estaba buenísima. Si te gusta el picante no dudes en pedirla: Pho Bo.

La música también estaba buenísima: Gorillaz y Babasónicos. Toda la noche entró y salió gente. Creo que algunos pedían para llevar. En un momento también vimos un perro, porque el lugar es pet friendly. No voy tanto a San Telmo pero me dieron ganas de volver y degustar más de los platos.