ESE vestido negro

Desde el día que me vestí de dama antigua para el casamiento en febrero, episodio 1, temporada 2015, me prometí a mí misma que la llegada de los 30 no me iba a afectar. El cambio de plan de la prepaga, el fin del rango etario en una encuesta, el seguro de viaje más caro: les mando un pico fuerte. DNI NO TE TENGO MIEDO. Que una vez pasados los 25 hay que repensar el largo de las remeras, que ese color naranja flúo para la uñas, mmmm, muy Pinamar 2005, que las tachas y los accesorios dramáticos y barrocos dan teen ¿Sí? ¿En serio? Bueno. Mirá cómo me resbalan los prejuicios. Para este casamiento, señores, juego a Lali Espósito, la China Suárez y cuanta teen angels troup Cris Morena. Soy Rihanna, soy Miley, soy todas.


Entonces viví mi propio nirvana fashionista. Víctor Sueiro prendió la luz. A pesar de que los barrales de tu armario tiemblen y sucumban ante el peso de camisas, vestidos y pantalones, siempre el placard de una amiga es Disney. Atravesé envalentonada mi propia primavera Spice Girl Power, enfilé para el cuarto, pasé de largo el placard, agarré el celular que se cargaba en la mesa de luz y marqué.

FLORENCIA NECESITO AYUDA.

NO TENGO ROPA.

AUXILIO.

Entrar a su cuarto es como entrar a Fao Schwarz, adentro de Tiffany’s, adentro de Bvlgari, adentro de una gran caja envuelta en colores brillantes con un moño esponjoso que te invita a tirarte de cabeza como a un pelotero. Lentejuelas de todos los colores de la paleta cromática, animal print en todas las versiones de animales salvajes, estampas de flores de todas las estaciones, largos y cortos para todas las ocasiones. Exagerada, sí, pero cuando uno entra en la psicosis pre casamiento y ve un cuarto con tantas opciones, es inevitable no sentir un leve trastorno de ansiedad.

“Pero, ¿qué es lo que querés?”.  Ay, mi querida amiga, mi suplencia de terapeuta ad honorem, desde el inicio de los tiempos la humanidad se hace esa pregunta y vos querés que un martes a las 19:30, esta oficinista que quería ser escritora y escribe gacetillas sobre patinetas, con el único rulo en su cabeza completamente florecido por la humedad, los anteojos resbalándosele por la nariz porque la loción astringente no le está haciendo efecto en el aceite patito facial post adolescencia y no tiene ningún mensaje levanta-autoestima titilando en el borde superior del celular, la responda con la facilidad del click de un faveo en Twitter.

Quiero equidad de género, despenalización del aborto, que la separación de residuos sea efectiva, que el miedo a la soledad no sea mi tema en cada sesión de terapia, que la ansiedad se cure con un té de tilo, valeriana y pasiflora, aprehender que la finitud humana es parte constitutiva de la vida y que la cuarta temporada de House of Cards sea tan buena como la primera. Pero por ahora, quiero un vestido que me haga sentir etérea y buena moza como celebridad en la Gala del Met, y joven, radiante e iluminada por 32 luces como Xuxa en cada corte televisivo pronunciando Cicatriquiur.

Opción 1: Vestido violeta, lentejuela brillosa, corto, mangas largas. NO.

Opción 2: Mono negro, espalda al aire, patas de elefante. NO.

Opción 3: Vestido corto y negro al cuerpo, mangas largas, espalda abierta con transparencias. Canchero, juvenil, sugerente. NO.

Opción 4: Vestido largo, crudo con estampas en flores, escote profundo, tajo en ambas piernas. OIGA. GUSTO UN POCO. Pero no, para tener en cuenta para casamiento de día. Y con bronceado caribeño. Y las curvas J-Lo te las debo. Mmmm, no.

Opción 5: TE AMO DESDE EL PRIMER MOMENTO EN QUE TE VI. Vestido negro, escote profundo disimulado con un entramado en tiras que se cruzan en una cuadrícula, espalda al aire; de lejos, largo, de cerca, corto, con una tela en transparencias que caía a los tobillos en el mismo color.

HAN CANTADO BINGO, SEÑORES. Florencia se encargó de sacudirme el pelo hacia el costado como una Cindy Lauper siglo XXI. “Metámosle rock”. Y como maniquí en vidriera, me vistió orejas, manos y muñecas con accesorios adornados con serpientes y dorados. Y TE PROHIBO, dijo, TE PROHIBO PONERTE ZAPATOS DE BARBIE CASAMIENTO. Y cito: MADERAS SABRINA, CÓMODA EN MADERAS, QUE LA GENTE NO QUIERE VERTE DESPARRAMADA EN LA PISTA.

Fecha: 21 de julio. Cita: Pilar City – el campo de los porteños -. Cielo: Despejado, sale con campera de cuero. Promesas de la noche: rumores de que el fotógrafo es un hippie con OSDE para el infarto. Estado emocional: soltera sin prospecto, la despenalización del aborto sigue cajoneado, y ninguna serie te engancha desde Lost, pero hoy, no vas a esconder el escote, no vas a encorvarte para disimular tu tamaño Olympe Maxim, no vas a andar pisando adoquines como en San Telmo por unos zapatos traicioneros. Hoy no. Hoy, TE CONVERTÍS EN HÉROA, CHIQUITA.