El cuaderno de Chrissie #6

Un descubrimiento: Andréi Tarkovski

“Qué bodrio” pensé, de pie entre la multitud que colmaba la planta baja de la Casa del Bicentenario. Hablaba un señor, pero no podía escucharlo encima del murmullo de las personas que bebían vino o sostenían copas. Hacía calor. Por suerte había logrado conseguir un vaso de coca light. El señor que hablaba era el curador de la muestra del cineasta y fotógrafo ruso Andrei Tarkovski, a quien conocía solamente de nombre. La realidad es que estaba ahí porque una amiga a quien veo una o dos veces al año me había escrito diciendo que iría la apertura de esta exposición. Ella no vive en Buenos Aires y cuando viene a la ciudad, lo hace por pocos días. De hecho no la veía hace más de un año, todavía no la había podido ver durante esta visita, y en cuarenta y ocho horas se estaba yendo de nuevo. No quería perder la oportunidad.

Ya que estaba ahí me hubiera gustado escuchar lo que decía el curador de la muestra. Pero era imposible. Y tampoco podía acercarme porque había demasiadas personas. Ahí fue cuando empecé a sentir tedio y preguntarme qué hacía ahí, por qué no le había dicho de vernos después, seguramente todos los que estaban ahí eran re cultos y sabían un montón de cine y arte y fotografía, ¿y yo qué hacía ahí si no tenía ni idea de nada? Hubiera preferido estar tomando una birra.

Le confesé a mi amiga que desconocía la obra del artista. Me dijo que entre otras cosas era cineasta y que ella amaba sus películas. Me contó que eran largas y se caracterizaban por tener bella fotografía y poco diálogo. La muestra eran fotografías, justamente, polaroids. Ochenta de ellas. A mí las fotos me encantan. El cine, en este momento de mi vida, me cuesta un poco más.

Lo primero que hice fue leer el texto introductorio de la muestra, como para familiarizarme un poco con lo que iba a ver. Me costó tanto leerlo como ver las fotos por la cantidad de gente que había. Pero sí logré verlas y debo decir que al poquito tiempo de comenzar a recorrer la sala, mi humor cambió drásticamente y sentí una gran alegría de haber ido.

Las imágenes me dejaron maravillada. La selección de polaroids incluye fotos tomadas tanto en Rusia como en Italia, y en ellas se ven paisajes, seres humanos (su mujer, su hijo, también hay una o dos “selfies” analógicas), animales, situaciones cotidianas. Literalmente me resultaron encantadoras, mágicas, como salidas de un cuento de hadas. En muchas de ellas está presente la niebla, la cual para mí les da una sensación onírica y nostálgica. Me dieron ganas de volver en el tiempo, de conocer esas épocas, esos países, paisajes, esas casas, esas personas. De hablar esos idiomas. Todo se veía tan sencillo y hermoso. Aparecían muchos edificios también. Ventanas, sombras, habitaciones, camas. Yo adoro ese tipo de cosas, de hecho yo también les saco fotos, pero con el celular.

Venía teniendo un día no tan bueno, pero el mensajito de mi amiga, el verla y ver estas fotos me alegraron. Había conocido un nuevo artista, me había educado un poco, y lo había disfrutado un montonazo. También me reí en voz alta al contarle a mi amiga que un rato antes había estado maldiciendo en mi interior, y pensando qué embole me iba a pegar, y al final estaba chocha. Salí tan contenta que quise escribir al respecto, e incluso le recomendé la muestra a un par de amigos que son amantes del cine. Ahora habrá que ver si me animo a ver alguna de las películas…


Un artista: Cardi B

Si todavía no conocés a Cardi B, sospecho que es cuestión de tiempo. Yo sentí que había estado viviendo dentro de un raviol cuando supe que, en el mes de septiembre pasado, esta neoyorkina había sido la primer rapera solista en encabezar los rankings musicales desde Lauryn Hill con “Doo Wop (That Thing)” en 1998. ¡Casi veinte años! Su nombre no me sonaba. Una amiga me hizo escuchar “Bodak Yellow”, su hit, que terminó permaneciendo tres semanas en el tope de los rankings. La única otra mujer que lo hizo el año pasado fue Taylor Swift con “Look what you made me do”. 

Creo que “Bodak Yellow” me sonaba conocido. No estoy segura. La verdad es que a veces me cuesta distinguir entre canciones que tienen esas bases medio traperas. Pero antes de hacerme escuchar el tema, si mal no recuerdo, mi amiga me hizo ver esta entrevista del programa de Jimmy Fallon. Y la amé. ¿Cómo no amarla?

Otro tema que está sonando mucho por estos días es un remix “Finesse” de Bruno Mars que cuenta con la participación de Cardi B. Es una de mis canciones del momento. Creo que Cardi B está haciendo tanto furor porque se muestra real. Es una chica de barrio (del Bronx) que era stripper, luego apareció en un reality, de repente la pegó y se hizo súper famosa. Pero al verla uno tiene la sensación de que la chica que vemos es la que siempre fue. Extrovertida, llamativa, graciosa y seductora, ni hablar. “Qué personaje” dirán muchos al verla. Pero todos conocemos a alguien así. Y más allá de su forma de hablar y expresarse, es alguien que dice lo que piensa y lo que siente. No le importa quedar mal o ridícula. Tiene una actitud muy “sin filtro”. Hace poco le preguntaron si estaba embarazada, y respondió que simplemente estaba engordando, y que la dejaran engordar en paz (“Let me fat in peace”). Yo personalmente la adoro, la sigo, creo que se merece todo lo que le está sucediendo, y pienso que se viene mucho más.


Un EP: Instrumento Óptico de Josefina Barreix

Conocí a Josefina Barreix de casualidad, una noche en casa de una amiga. Supe que cantaba, de hecho estudiaba canto con una amiga de mi primo. Y que hacía música. Quedamos en contacto a través de las redes sociales. Nos cruzamos en un par de ocasiones. Vino a mi cumpleaños, yo fui con una amiga a visitarla al bar donde trabajaba. Un tiempo después vi que empezaba a publicar acerca del lanzamiento de su EP, Instrumento Óptico. No recuerdo si me pasó el link para escucharlo o si lo escuché por mi cuenta. Pero sí que de ninguna manera estaba preparada para lo que iba a encontrar al dar Play. Ahora que lo pienso, creo que primero vi fotos y un video correspondientes al EP que me llamaron mucho la atención, y ahí fue que decidí escuchar.   

¿Esa era ella, la chica que yo conocía? Sí. ¿Y eso que estaba escuchando lo había concebido ella, la misma Jose, que había conocido esa noche? Todo eso había salido del interior de una chica que por fuera parecía “común y corriente”. Me asombraba pensar que todas las voces que estaba escuchando podían salir de un cuerpo tan pequeño. Porque estas voces sonaban a fuerzas de la naturaleza. A vientos, a truenos, a volcanes. A invocaciones, a cantos chamánicos, a gritos de guerra, a coros angelicales. Pero todas estas voces eran la suya. Y todos estos sonidos de alguna forma u otra le pertenecían.

El EP tiene solamente dos tracks, pero a lo largo de ellos se recorren estas voces además de un amplio rango de paisajes sonoros y climas. Honestamente debo decir que me hace acordar a Björk, y no soy la única: los encargados de la programación de los Parlantes Holofónicos decidieron pasar el EP junto a “Vespertine” de Björk durante su ciclo, lo cual me pareció muy coherente.

Sin duda estaré atenta a Josefina y lo que vaya a hacer de ahora en más.


Un lugar: Feliza

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Cuando tengo que describir Feliza, lo primero que me sale es decir que es como un Centro Cultural Matienzo gay friendly. Un amigo, al escucharme, señaló que es más parecido al viejo CC Matienzo, el que quedaba en la calle del mismo nombre. Puede ser. Yo creo que lo dijo porque el viejo era más chico y familiar que el nuevo. Y estaba en una especie de casa. Feliza queda en Córdoba a la altura de Sánchez de Bustamante y también es como una gran casa con numerosos espacios. Siento que cada vez que voy, descubro uno nuevo subiendo por alguna de las escaleras, al final de alguno de los pasillos, detrás de alguna de las puertas. Hace poco me enteré que cada sala tiene un nombre. Apenas uno ingresa se encuentra con el ambiente más grande de todos, es allí donde está el escenario donde a veces tocan artistas musicales, hay perfos y proyecciones. También hay mesas y está una de las barras. Más atrás hay dos otros salones y dos patios con metegol y pingpong. En el patio del fondo hay otra barra y también está la cocina. Al fondo de todo hay una habitación con fichines. Por todos lados hay lucecitas de colores y plantas. También hay varias escaleras que llevan a los ambientes de los pisos superiores.

Feliza tiene menos de un año sin embargo muchas cosas ya están sucediendo allí, y con frecuencia hay varios eventos ocurriendo a la vez. Esto es posible debido a los diferentes espacios. Entre otras cosas hay karaoke, open piano, ciclos de cine, torneos de arcade y metegol, muestras de fotos, Tongue Pop (la viewing party de Rupaul’s drag race), ciclo de covers, teatro, poesía y talleres. Su slogan es “Donde pasa de todo” y yo creo que le hacen bastante honor al nombre.

Recomiendo ir los lunes o viernes que pasa música la DJ Ana Logue, o los sábados que explota con la Tongue Pop musicalizado por DJ Mora FurtadoBonus: hay happy hour todos los días hasta las 21. La cocina incluye opciones vegetarianas y está abierta toda la noche – un golazo.


Un video: “Ice Cream” de Battles con Matías Aguayo

Conocí este video a través de mi Feed de Facebook. Lo había publicado una amiga que es directora de arte y tiene muy buen gusto. Claramente es imposible ver, leer, y escuchar todas las cosas que comparten nuestros contactos en las redes sociales. Pero a veces cuando uno lo hace aleatoriamente puede descubrir algo que le encanta. Eso me sucedió con este clip, que luego empecé a ver por varios lados de la web. Yo también lo postée, etiquetando a varias personas que quería que lo vieran. Es que me había volado la cabeza. Nunca había visto nada por el estilo. Me asombraba la creatividad de las personas que lo habían dirigido el video. Me intrigaban sus mentes, sus ideas, su sentido del humor. La combinación de elementos random como un perro con una banana, un grupo de personas practicando artes marciales en sincronía, primeros planos de objetos sobre fondos de colores, comidas, animales, partes del cuerpo humano realizando movimientos, chicas lamiendo objetos diversos. Todas cosas o situaciones muy básicas y simples pero recortadas y mezcladas en un gran potpurrí, escenas superpuestas, un caleidoscopio de imágenes y colores y movimientos. Me pareció super flashero y lisérgico. También tiene algo de publicitario, ya sea por los colores o la prolijidad de las imágenes. La canción es muy buena además. Es una de esas canciones que se te pegan aunque se entiende poco la letra más allá de “Como un helado derritiéndose”.

Luego supe que el video era de una productora española llamada Canada, que también habían realizado uno llamado “Bombay” para la banda también española El Guincho, y vi que los dos videos eran bastante parecidos. Fueron pensados con un humor o estilo en común, tal vez. No dejó de parecerme bueno por repetirse. Años más tarde, la misma productora dirigió “The less I know the better” de Tame Impala, y aunque no es tan similar a los otros también tiene una onda, por momentos. Cuando supe que lo había hecho Canada dije “¡Ahhhh, claro!” Aunque los tres videos me gustan, “Ice cream” sigue siendo mi preferido porque fue el primero que vi y nunca voy a olvidar el asombro que me produjo.


Playlist: