El archivo de Vicki Otero

Archivo abierto es un nuevo recorrido por el fondo patrimonial de fundación IDA realizado por Crónicas de moda. En su primera edición, la periodista especializada Celeste Nasimbera y Sebastián Rodriguez, coordinador del área de indumentaria de la institución, hicieron un repaso del acervo de Vicki Otero junto a la diseñadora. Entre los invitados presentes estuvieron la estilista Florence Argüello, el titular de la Cátedra de Diseño y Textil en la FADU-UBA Jorge Moragues y la socióloga e investigadora Daniela Lucena. “Vamos a hacer un viaje por su sensibilidad, las prendas que la distinguen y sus modos de trabajo”, dijo Celeste para dar inicio a la actividad.

A lo largo de la conversación, abordaron distintas etapas de su trayectoria. La diseñadora comenzó hablando, emocionada, de sus raíces. “Mi mamá vino de Galicia muy joven y, cuando llegó a Buenos Aires, aprendió el oficio de sastrería y se dedicó a eso toda la vida”. Continuó narrando sus primeras experiencias en la industria y sus inicios en el diseño. “De adolescente, me vestía con ropa de feria americana. Me gustaban las prendas de sastrería y las usaba del revés: me parecía alucinante la parte interna. Después, el primer saco que mandé hacer fue para mostrar ese interior”. Además, explicó las referencias y el desarrollo detrás de algunas de sus colecciones, como Domadoras, la primera que presentó en un desfile, en la que utilizó metales en referencia a la idea de las mujeres fuertes; o Industria Argentina, con la que buscó revalorizar el oficio en un momento en que se estaban cerrando talleres. “La puesta del desfile estaba armada como un taller. Cada vez que las modelos aparecían en la pasarela, se iban llevando cosas, hasta que quedó desmantelado”.

Los elementos que caracterizan sus diseños fueron un punto central de la charla. La diseñadora explicó el origen de su fijación por las grandes mangas: “Tiene que ver con las imágenes que yo veía de mis abuelas: estaban todas con delantales y arremangadas porque trabajaban en el campo con los animales”. A lo largo del itinerario fueron explorando su evolución a través de los años. “Con el correr de las colecciones me di cuenta que fui hacia la idea de una mujer a cara lavada, sin producción, austera”. También los cambios que fue implementando en su proyecto. “Al principio trabajaba con la lógica y el calendario de la moda. Después empecé a trabajar más a medida, de manera más personalizada; cambié el local por el showroom, dejé de hacer una colección por temporada y empecé a trabajar prendas sin género dejando de lado la silueta anatómica”.

El encuentro se realizó en la sede de Colegiales de la fundación. Quienes asistieron pudieron observar piezas, textiles, documentos y fotografías que forman parte del acervo. Sebastián Rodríguez explicó el criterio que tienen a la hora de construir el fondo patrimonial junto a los creativos. “Seleccionamos íconos por su impronta de desarrollo conceptual, industrial y cómo fueron pensados . Como toda curaduría, tratamos de hacerlo lo más general posible. La idea es tener un registro de cuáles fueron los conceptos que interpelaron al diseñador, diseñadora o empresa en determinados momentos”.

En el 2023 se presentará material audiovisual que consignará la actividad. Además, el ciclo presentará nuevas ediciones a fin de recorrer el archivo con otras mujeres referentes.

Texto: Federico Ferrari Sánchez. Fotografías: Camila Mormandi.